martes, 21 de octubre de 2008

MONTES DE SAJAMBRE



2008/10/09: Ruta preciosa por el Valle de Sajambre en León. En el MONTE CAMBORISCO hay que salirse de la senda que nos lleva a Panderrueda para coger la pista que nos lleva al Pontón. Por lo tanto hay que adentrarse en el monte y orientarse como se pueda con el gps. Hay una pequeña senda marcada pero se puede perder con facilidad. Aunque la situación de la pista en el gps y mapas que lleva al Pontón es perfecta, por lo tanto no debe haber pérdida. No es más de 500 metros. Mantener la calma. La bajada por esta pista es peligrosa sobre todo en otoño por el barro y hojarastra. Mucho cuidado. Por lo demás los bosques son de cuento.Actividad: mountain bike
Distancia recorrida: 42.21 kilómetros
Altitud min: 659 metros, max: 1,358 metros
Desnivel acum. subiendo: 1,605 metros, bajando: 1,590 metros
Grado de dificultad: skill Difícil
Tiempo: 5 horas 46 minutos
Finaliza en el punto de partida (circular): Sí
Coordenadas: 1724 VEGABAÑO Y EL BOSQUE DE SALAMBRE
Se trata de una preciosa excursión para realizar en Otoño, lejos de los agobios y calores del verano, y cuando el ocre y el rojo comienza a teñir los tonos del hayedo, recorriendo uno de los mejores bosques que rodean los Picos de Europa.
La excursión se sitúa en la parte leonesa de los Picos de Europa, concretamente en el valle de Sajambre, y para ello dejaríamos el coche en Soto de Sajambre, punto donde comienza también la Senda del Arcediano. ( la descripción de esta ruta no está hecha para bicicleta de montaña por lo tanto no hay que tener en cuenta los tiempos)
En Soto comenzamos a caminar por el camino que al final del pueblo sale a mano izquierda, ascendiendo rápidamente por una buena pista entre prados de siega, rodeados de robles y avellanos, hasta colarnos en el bosque de jayas (hayas) que nos acompañará ya en toda la ascensión Casi al comenzar el bosque debemos tener cuidado con no seguir el camino de frente en una bifurcación, y seguir por el que por la derecha asciende entre las jayas. Al final saldremos a la pista de coches que viene de Soto casi en el punto en que una cadena cierra el paso a los vehículos. Seguimos por la pista hasta entrar en la campera de Vegabaño, praderío de sol y color como una isla en el mar del bosque, bajo la protectora mirada de la Torre Santa. Habremos tardado 1 hora desde Soto. Al final de la campera veremos el refugio de montaña, guardado por el siempre impredecible Julián Morientes. Lo ideal de la excursión sería pernoctar en Vegabaño, lo que nos permitiría disfrutar del bosque a la luz cambiante de la luna y escuchar los aullidos del cárabo. Podríamos, además, completar nuestro conocimiento de la zona con las ascensiones al Pico Jario o a la Cotorra del Escobaño, o visitar las cascadas del Dobra, para al día siguiente proseguir con el bosque de salambre, motivo de nuestra excursión.
El bosque de Salambre es un extenso hayedo muy bien conservado a pesar de las talas y del pastoreo, sitado entre los 1000 y los 1600 metros aproximadamente, formado casi en exclusiva por jayas (hayas), permitiendo un breve cortejo de helechos, piornos, violetas, anémonas y arándanos, y algunas especies arbóreas de forma muy reducida, como robles, acebos o serbales, y abedules en los límites del bosque. Varias pueden ser las propuestas para recorrer tan bello espacio, pero nosotros vamos a proponer una que lo rodea circularmente y utiliza los dos caminos de enlace con el vecino Valdeón.
Tomamos el camino que por encima del refugio, cruzando el río Truégano (el de la vega), atraviesa por la ladera norte del pico Jario. Se asciende suavemente por un camino que a veces se pierde entre la hojarasca y se cruzan las riegas Seca y Grande para salir a un gran jito de piedra, "el Hito", límite entre Sajambre y Valdeón, para salir del hayedo en el Collado Escobaloso (1547 m). Un poco más arriba, a la derecha, se encuentra el Puerto y Chozo de Dobres. Hasta aquí habremos empleado una hora y cuarto desde Vegabaño. De Escobaloso bordeamos el Pico Abedular por la vertiente valdeona (este) sin perder altura hasta los restos de las cabañas de Las Dorniellas. Un poco antes de las Dorniellas sale un camino apenas perceptible a mano izquierda que asciende bastante rápidamente hasta el Horcado del Frade, punto de disputa secular entre Valdeón y Sajambre y perteneciente al primero junto con una buena parte de terreno con aguas vertientes al Dobra. Parece ser que la razón del pleito se debe no a la necesidad de terreno por parte de Valdeón, sino la imperiosa necesidad de controlar el paso hacia los pastos altos de Vega Huerta y Carbanal, paso que se hacía con el ganado por la Cimera del Frade y la Canal del Perro al Collado del Burro. Hasta el Frade habremos empleado otra hora.
Hacia arriba, por el camino citado del Collado del Burro podríamos llegar a Vega Huerta, bajo la cara sur de la Torre Santa, y bajar al Dobra por La Duernona, cruzando por Carombo al puerto de la Barcinera y Vegabaño, pero esa será otra excursión.
De frente, hacia tierras asturianas, se intuye el Dobra, al final de la riega La Vareda que baja desde el Frade, prendido todo en el bosque en el lugar que se conoce como Carombo, nombre mítico y mitológico ya en la historia de estas montañas. En efecto, Carombo fue durante muchos siglos terreno de aprovechamiento comunal por los vecinos de Valdeón, Sajambre y Amieva, teniendo derechos de paso para el ganado y derechos de corte de leña. Sólo la habilidad para tratar pleitos y leyes de los valdeones hizo que en 1406 se decretase la titularidad de este terreno para Valdeón. La tradición oral de los concejos citados dice, en palabras de Justiniano Rodríguez en su monografía Valdeón y Sajambre, "que en el lugar de Carombo existió un pueblo de antigüedad remota, cuyas construcciones, en su mayor parte circulares, han llegado hasta nuestros días en muchos cimientos aún visibles. La tradición precisa que en este poblado hubieron de acogerse los astures, acosados por el ímpetu de Roma, y que aquí sucumbieron para siempre, como un pueblo desventurado sobre el que se concitaron todos los cataclismos."
Del Horcado del Frade, divisoria de aguas entre el Dobra al oeste y el Cares al este, bordeamos sin bajar al refugio de ICONA visible allí al lado, caminando entre arándanos hasta el Collado del Cueto, de donde bajamos por el camino entre xiniestas hasta llegar al bosque, en un punto marcado por dos serbales. El camino se marca zig-zags entre las hayas, pasando al lado de La Fuentona para llegar al árbol más emblemático de la zona, el Roblón de Cuesta fría, al que Pablo Juárez y Alicia García llaman "Patriarca de Salambre", un viejo roble de casi 7 metros de perímetro, cuya vista bien merece un descanso. El camino sigue bajando rápidamente, entre el bosque, por zig-zags marcados con jitos y con las raices de las hayas a modo de escalones hasta llegar al río Dobra, que cruzamos por un horrible puente de hormigón. Cruzamos una pequeña vega al otro lado del río y ascendemos lévemente hasta colocarnos en un sendero que cruza en horizontal por un terreno salpicado de yerbanegra, gayubas, arándanos y jelechos. Pasamos al lado de un pequeño abedular rodeado de serbales y jayas con sus preciosas barbas de líquenes. El camino atraviesa una turbera siempre húmeda, y después de cruzar dos regatos que bajan del Jario se adivinan ya algunos prados prendidos al bosque a base de jacha y fuego, y de nuevo el remanso de Vegabaño. Habremos tardado una hora desde El Frade. En total serían entre 3 y 4 horas para todo el recorrido, a lo que deberemos añadir el tiempo empleado en las paradas, que obligatoriamente habrán sido muchas si queremos quedarnos con el entorno, el paisaje y la vivencia de un lugar inigualable.

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